[Kotobukiya] Metal Gear REX 1/100

El Metar Gear REX fue un prototipo de Metal Gear desarrollado conjuntamente por DARPA, ArmsTech y Livermore National Labs para el ejército de los Estados Unidos a principios de la década de los 2000.

Esta imponente maqueta, o model kit, transformable que nos trae Kotobukiya recrea a la perfección el Metal Gear REX que todos recordamos de juegos míticos, como Metal Gear Solid y Metal Gear Solid IV: Guns of the Patriots, a escala 1/100 con todo lujo de detalles, como escotillas que se abren, cabina abatible con piloto incorporado y una articulación mucho mejor de lo que cabría esperar para un modelo de tal envergadura; todo ello se traduce en más de 600 piezas que encajan sin necesidad de pegamento gracias a la tecnología snap-fit. Además, tampoco hace falta pintar el kit, pues las distintas matrices donde encontraremos las piezas están moldeadas en distintos colores.

Características generales

El Metal Gear REX obtiene su nombre del Tyrannosaurus rex debido a su diseño, similar al de un dinosaurio. Además, cuando la cabina está abierta se asemeja a la boca de uno. La palabra rex en latín significa rey, que también era el nombre en clave de los Aliados para el avión japonés Kawanishi N1K durante la Segunda Guerra Mundial.

El Metal Gear REX solo precisa un piloto, quien se encuentra en una cabina totalmente independiente del exterior. El radomo del brazo izquierdo del REX alberga múltiples sensores electrónicos que están conectados a una interfaz de realidad virtual de alta tecnología, la cual se encuentra en el asiento del piloto. Sin embargo, si se destruye el radomo se interrumpen los datos de los sensores y esto hace que la interfaz quede inservible, lo que obliga al piloto a pilotar el REX de forma manual abriendo la cabina, quedando expuesto al fuego enemigo. Este fallo de diseño fue incorporado de forma deliberada por Otacon durante el desarrollo, ya que consideraba que no estaría realmente completo sin algún tipo de debilidad.

Historia

Antecedentes

A principios de la década de 1960, el científico soviético Aleksandr Leonovitch Granin creó los diseños para un tanque bípedo similar al REX. No obstante, el Coronel Volgin del GRU rechazó sus ideas en favor del Shagohod de Nikolai Sepanovich Sokolov. Borracho y enfadado, Granin envió sus diseños a un colega estadounidense, lo que reveló al operativo de la CIA Naked Snake durante la operación Snake Eater. Después, el espía triple Ocelot también robó y entregó una reproducción de los diseños a sus superiores de la CIA. Los soviéticos también habían estado investigando formas de lanzar un misil no rastreable desde 1964.

Los diseños también sirvieron de inspiración para Chrysalis, Peace Walker y el Metal Gear ZEKE a principios de los 70, así como para el Metal Gear Sahelanthropus en 1984.

Tiempo después de los encuentros de Solid Snake con el TX-55 Metal Gear en 1995 y el Metal Gear D en 1999, se había planeado un intento de llevar a cabo un proyecto de Metal Gear en los Estados Unidos , pero fue oficialmente desechado. Esto, sin embargo, convenció a la empresa privada armamentística ArmsTech de que construir uno para el ejército de los EE.UU. sería una opción muy rentable.

Desarrollo

En el 2002, el jefe de DARPA, Donald Anderson fue sobornado por ArmsTech para que apoyase el proyecto Metal Gear REX. DARPA financió el desarrollo del REX de forma encubierta, usando parte del presupuesto negro de los EE.UU.

Las instalaciones de desecho de armas nucleares en la isla Shadow Moses fueron construidas para ocultar el desarrollo del Metal Gear REX. Su cañón de raíl se basó en tecnología desarrollada para el SDI, que ya se había miniaturizado con éxito gracias a un proyecto conjunto entre ArmsTech y Livermore National Labs. Livermore también desarrolló un nuevo tipo de arma nuclear para el REX mediante superordenadores y equipamiento de pruebas de fisión nuclear láser NIF y NOVA.

Uno de los principales objetivos del desarrollo del REX era adelantarse a una tendencia global de época que abogaba por la reducción de los ejércitos. Un arma como el REX podía causar una brecha inmediata en la estructura de poder global. El REX era una plataforma de lanzamiento móvil capaz de emplear su enorme cañón de raíl para lanzar una ojiva nuclear sin necesidad de un sistema de propulsión de cohete. Este lanzamiento también era indetectable por parte de sistemas de imágenes térmicas por satélite, a diferencia de la enorme señal de calor habitual de estos lanzamientos. En definitiva, podía proporcionar a cualquier país del mundo la capacidad de atacar con antelación y, además, impedir que otras naciones contrarrestaran dicho ataque.

Durante el desarrollo del REX, los ingenieros de Metal Gear empezaron a preocuparse por qué pasaría si el sistema, una vez se hubiera completado y se encontrara realizando operaciones sobre el terreno, fuera detectado por el enemigo y obligado a atacar a corto alcance contra fuerzas convencionales. Fue entonces cuando decidieron convertir el casco del REX en un arma. Aunque el programa se completó y había logrado fantásticos resultados en una simulación con un superordenador, el ejército lo puso en pausa antes de que pudieran instalarlo. Sin embargo, el ingeniero jefe del REX, Hal Emmerich subió los datos al REX en secreto. Aunque el primer prototipo real del REX se desarrolló en 2005, pasó por varias etapas en RV mientras aún estaba en la etapa de diseño para corregir varios fallos antes de su desarrollo. Como el REX fue probado principalmente mediante simulaciones en RV, el Pentágono y ArmsTech necesitaban efectuar pruebas en vivo para comparar los datos de las simulaciones con datos reales. Debido a esto, empezaron un ejercicio sobre el terreno en la instalación militar remota de la isla Shadow Moses.

El incidente de Shadow Moses

En 2005, el presidente de ArmsTech, Kenneth Baker, y el jefe de DARPA, Donald Anderson, asistieron a un ejercicio de pruebas del cañón de raíl del Metal Gear REX en las instalaciones de la isla Shadow Moses. Sin embargo, el prototipo del REX fue capturado por el grupo de fuerzas especiales FOXHOUND, que originalmente había sido asignado para supervisar las pruebas finales del nuevo arma secreta.

Se amenazó con un ataque nuclear contra la casa blanca en un intento de recuperar los restos de Big Boss del gobierno de los EE. UU. y, después, se pidió mil millones de dólares en efectivo. El Pentágono quiso detener la amenaza terrorista contra ellos y recuperar el REX sin correr el riesgo de sufrir daños. Por ello, envió a Solid Snake para utilizarlo como un vector del retrovirus FOXDIE. El mismo Baker también fue un objetivo del virus para intentar silenciarlo sobre el desarrollo del REX, justo cuando sugirió la capacidad del REX de lanzar misiles nucleares indetectables a través de su cañón de raíl cuando se le indicó que detuviera rápidamente a los terroristas antes de que el incidente se hiciera público y conllevara su fin y el de su compañía. Por otro lado, Hal Emmerich se oponía a las armas nucleares y es probable que no hubiera ayudado al desarrollo del programa si hubiera sabido la finalidad real del REX.

El REX era el Metal Gear definitivo. Aunque inicialmente se desconocía su finalidad real, acabó por quedar claro que estaba pensado para lanzar un ataque nuclear. Fue entonces cuando Otacon asumió que su deber era destruirlo, como su creador.

Después de que Snake fuera engañado y activase por error el REX mediante el sistema PAL, intentó detener la máquina de forma directa. Para entonces, Liquid Snake estaba pilotando el arma cuando Solid Snake se topó con ella e intentó matarlo usando las armas convencionales del REX. Snake, gracias a los consejos tácticos de Otacon, logró dañar el rodomo del REX usando misiles Stinger con el objetivo de cegar al piloto dentro de la cabina. Inicialmente, Snake consiguió inmovilizar al REX, pero el Metal Gear pronto se reactivó e intentó aplastar a Snake con sus pies. Antes de que esto sucediera, Gray Fox intervino. Gracias al sacrificio de este último, Snake consiguió terminar de dañar el rodomo, lo que obligó a Liquid a abrir la cabina para poder ver.

A continuación, Snake aprovechó la oportunidad para lanzar un misil Stinger contra la cabina, que ahora era vulnerable. Cuando Liquid intentó volver a pisar a Snake con el REX, la máquina empezó a perder el equilibrio, ya que los sistemas de control dejaron de funcionar a causa de los daños recibidos. La explosión resultante hizo perder el conocimiento a Snake. Aún con fuerzas, Liquid arrastró a Snake hasta la cabeza del REX, donde ambos se enzarzaron en un combate cuerpo a cuerpo. Al final de la batalla entre ambos, el golpe final de Snake hizo que Liquid se precipitara al suelo, aunque sobrevivió a la caída.

Tras el incidente de Shadow Moses, los planes para la producción en masa del REX se detuvieron y, finalmente, se puso fin a todas las labores de desarrollo, aunque el Metal Gear REX volvió a aparecer de forma emblemática en el juego Metal Gear Solid IV: Guns of the Patriots. Allí el envejecido Solid Snake regresa al complejo de Shadow Moses y pilota un antiguo Metal Gear Rex para enfrentarse al Metal Gear RAY de Liquid.

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